El pasado jueves 9 de octubre, el alumnado de 1.º de Soldadura y Calderería realizó una inmersión única en la Mina Escuela, un espacio didáctico rehabilitado dentro de las propias instalaciones del centro para reproducir con fidelidad el trabajo bajo tierra. La actividad, coordinada por la Asociación de Mineros Sangre Minera, acercó a nuestros estudiantes a la cultura minera a través de la demostración directa de herramientas, técnicas y relatos en primera persona.
La experiencia tuvo un valor especial para quienes llevan la minería en su historia familiar —hijos y nietos de mineros— y para quienes nunca habían pisado una cuenca. De la mano de mineros en activo, pudieron ver, tocar y escuchar cómo se desenvolvía la labor en interior: desde el martillo de picador hasta el pancer y el rachoneo, entendiendo la dureza del oficio y la coordinación que exige cada tarea. Este aprendizaje sensorial, guiado y seguro, permitió conectar la teoría del aula con los procesos reales que dan sentido a su futura profesión.
La jornada se saldó con alta satisfacción del grupo y con un claro impacto formativo: los estudiantes regresaron con nuevas preguntas, referencias técnicas precisas y una mayor conciencia del contexto industrial de su especialidad. Por su utilidad pedagógica, el centro extenderá la actividad para que todo el alumnado pueda vivirla en próximos turnos. Una propuesta que refuerza la motivación, consolida competencias y reconoce la memoria minera como patrimonio y conocimiento vivo para las nuevas generaciones de profesionales.